Con este motivo, el Superior General, el p. Louis Lougen omi, escribe a todos los miembros de la Congregación y de la Familia Oblata. En este año del Bicentenario OMI esta carta tiene un significado especial.
"En este año jubilar tan especial querría invitarnos a todos a reflexionar sobre el carisma oblato, don inmenso que nos mueve a agradecer profundamente nuestra vocación como Misioneros Oblatos de María Inmaculada" - escribe el Padre General - "Les invito -nos invito- a contemplar con ojos nuevos a nuestros santos oblatos y a dar gracias a Dios por estos hombres que nos muestran la senda de la vida de santidad."
"Un signo de nueva vida que se está dando en todo el mundo y por la que estoy muy agradecido es la nueva conciencia sobre la promoción vocacional y nuestra responsabilidad colectiva a la hora de invitar a jóvenes a unirse a nosotros. ¡Es un cambio sorprendente que se ha producido en los últimos veinte años!" - continúa el p. Louis - "Estoy orgulloso de tantos oblatos cuya vida está llena de servicio, humildad y entrega silenciosa a los pobres de Dios, haciendo obras buenas increíbles por el pueblo de Dios."
Se trata de una carta llena de agradecimiento y que abre a la esperanza más cierta en la misericordia de Dios. Desde Nosotros OMI, queremos compartirla con todos vosotros.